Francisco El Real Madrid 2022-23 sabe que tendrá que cubrir varias vacantes, las que dejarán los jugadores que finalizan contrato (Isco, Marcelo y Bale) y las que pueden producir posibles salidas, algunas muy probables (Jovic, Ceballos, Vallejo, Mariano…). Así, con la mitad de la plantilla blanca con opciones de cambiar de aires, la idea del club es firmar una o dos figuras de clase mundial (Mbappé y Haaland, por orden de prioridad), otros jugadores consagrados al primer nivel para formar un Plan B solvente y rellenar el fondo de armario a partir de dos puntos de procedencia: los cedidos que regresarán en verano y jugadores de la cantera que se consideren listos para dar el salto.
El Real Madrid tiene cinco futbolistas cedidos en este momento, aunque solo cuatro regresarán a la disciplina blanca en julio. Brahim Díaz está finalizando el primero de sus dos años de préstamos en el Milan, donde ya jugó cedido en la 2020-21. En julio de 2023, cuando acabe esa vinculación, regresará y entonces se pondrá encima de la mesa que se quede en el Madrid o que sea traspasado para hacer caja. Los otros cuatro cedidos sí deberán presentarse en el inicio de la pretemporada 2022-23: Odriozola, Kubo, Mayoral y Reinier.
El primero se quedará en la plantilla seguro para competir con Carvajal, su experiencia en la Fiorentina está siendo positiva y el club quiere reforzar esa posición, en la que el actual inquilino del puesto está atravesando por dificultades, entre las lesiones y el rendimiento que está mostrando, que no termina de ser el que era hace años; con Lucas Vázquez como comodín para oscilar entre el lateral y el extremo, se considera el puesto cubierto con la vuelta de Odriozola.
Kubo quiere formar parte al fin de la primera plantilla y en el club lo ven con buenos ojos, pero para ello necesita que Vinicius sea nacionalizado (va con retraso, para verano debería estar hecho), liberando así una plaza de extracomunitario; en este momento están las tres cubiertas, por Vini, Rodrygo y Militao. Hasta que no consiga la ciudadanía uno de ellos, Kubo no puede vestir de blanco. Pero se confía en que el problema, que se ha demorado por la pandemia, no pase de esta temporada.
Mayoral ha convencido en su cesión en la Roma, donde marcó 17 goles el curso pasado. Pero la llegada de Mourinho le restó peso y acabó siendo cedido al Getafe, donde comenzó como un tiro, pero se ha frenado un poco. En cualquier caso, en el Madrid confían mucho en él, pero falta por ver su opinión, sobre todo si viene Haaland y se ve como el tercer nueve de la plantilla, el que menos minutos juega.
Y Reinier ya sabe seguro que no se quedará, tiene que volver a ser cedido, dado que en Dortmund casi no ha jugado. Su cesión de dos años en Alemania ha sido un fiasco y, además, ocupa plaza de extracomunitario, por lo que no tiene sitio ni administrativa ni deportivamente. La prioridad es buscarle un destino donde juegue seguro. Y a todo esto, hay que sumar los que pueden aportar desde la cantera.
Blanco, Marín, Arribas… y una duda en la izquierda
Del Castilla puede subir Blanco para dar descanso a Casemiro; esa posición es la única que no está doblada en el equipo y el Madrid se encuentra con problemas de forma habitual para arreglárselas sin el brasileño, ya pasó ante el PSG. El cordobés es un talento innegable que no ha salido aún del Castilla, debe dar el salto ya.
También puede subir algún central, Rafa Marín o Gila, ante la probable salida de Vallejo. Arribas gusta mucho y se está destapando este curso como un buen goleador (es el máximo artillero del filial), pero la idea del jugador ahora pasa más por una cesión en la que ganar experiencia en Primera División, con vistas a quedarse en el Madrid, si es posible, en el futuro cercano.
Y está la duda del lateral izquierdo, en el que se marchará Marcelo. Hay dos opciones: quedarse con Miguel Gutiérrez o cederlo y recuperar a Fran García desde el Rayo, más rodado en Primera y que costaría solo cinco millones de euros. La primera opción no implica coste, aunque Ancelotti ha demostrado ciertas dudas con Miguel, al que usó al inicio del curso, pero con el que ha dejado de contar. El segundo requiere hacer una inversión pequeña, pero se trataría de un jugador con poso en el fútbol profesional, su curva de aprendizaje está mucho más completa.
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